jueves, 31 de mayo de 2012

La Conveniencia de la Dificultad


 
No hay duda de que tanta tecnología nos tiene a mil. Andamos corriendo y quejándonos de que el tiempo no alcanza. Y es que hoy todo se simplifica desde las pantallas de nuestros computadores, teléfonos celulares, iPads, etc. haciendo de nuestra vida un poco más práctica y rápida, pero a un costo del que muchos aun no son conscientes, costo, no me refiero al valor económico de los aparatos que facilitan supuestamente nuestra cotidianidad, sino al costo que para nuestra propia salud, armonía espiritual y familiar implica el poseerlos dando mal uso de sus bondades.

Hoy en día, es mucho más rápido encontrar las respuestas de las tareas escolares en Internet, solo navegando por Bing (sin mencionar su competidor en honor al trabajo de mi esposo en Microsoft) que elaborar un proceso de pensamiento y análisis propio de una metodología de investigación. Es mucho más fácil, enterarse de la vida y obra de un vecino a través de Facebook que invitarlo a casa a tomar café para compartir y abrir la puerta a una nueva amistad. Es más fácil mandar un ramo de rosas cibernético en una tarjeta, de esas que además incorporan música, que ir a escoger unas flores hermosas con exquisita fragancia, de esas que además adornan las salas de nuestras casas con sus bellos colores. Es mucho más fácil mandar un mensaje de texto pidiendo perdón, que tener la valentía de abrir la boca y exclamar con el corazón pungido y la voz entre cortada un " lo siento, perdóname". Es mucho más fácil distraer a nuestros hijos con los video juegos, que sentarse con ellos a inventar nuevas entretenciones y dejarse llevar por la imaginación, es más fácil que ellos opriman botones que comprarles materiales para que sus manos sean las autoras de grandes diseños, es más fácil comprar comida congelada en el supermercado , llegar a casa y servir la cena directamente del microondas a la mesa, que ir al mismo supermercado y escoger comida saludable y fresca, llegar a casa , poner las ollas en la estufa y preparar una delicia para disfrutar en familia......

Sí, es muy fácil, pero muy fácil caer en la practicidad a la que nos lleva la vida, es muy fácil seguir el ritmo que impone una sociedad atareada de nuevas tecnologías y por ende, de nuevos patrones de comportamiento, pero que tan difícil es centrarnos en nosotros mismos, en nuestra individualidad y en lo que Dios ha planeado para quienes decimos llamarnos sus hijos. Pero he ahí donde esta el problema. Vamos muy rápido, repetimos lo que los demás hacen sin parar a tomar aire, sin pensar por un momento hacia a donde nos puede llevar el abuso de tanta practicidad y sí por el contrario, tenemos el tiempo para quejarnos por la pérdida de valores, por la falta de privacidad, por la carencia de razonamientos lógicos y aptitudes de nuestros hijos, por los "nuevos conceptos" de familia y hasta por la obesidad, solo por mencionar algunas de nuestras preocupaciones.

Una cosa es cierta. Dios ha permitido el desarrollo de la tecnología para nuestro beneficio, pero El nos ha dado libre albedrío para tomar decisiones y eso incluye cada uno de los aspectos de nuestra existencia." Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna (I Cor.12).

Depende de nosotros la preferencia por lo práctico o lo difícil, o mejor, depende de nosotros el manejo que le demos a la practicidad y a la dificultad. Lo práctico generalmente conlleva al mínimo esfuerzo y el mínimo esfuerzo conduce a la velocidad en las acciones reduciendo el pensamiento, las ideas, la capacidad de aprender. Lo práctico casi que nos acerca a la mediocridad. Por el contrario, lo difícil nos lleva por el camino de la creatividad y la creatividad nos ayuda a generar soluciones y alternativas, desarrolla nuestra potencialidad, autenticidad y hasta nuestra auto estima. La dificultad nos acerca a un grado de excelencia en lo que somos y en lo que hagamos.

Volvamos a lo difícil, usemos lo práctico sin caer en el facilismo, alimentemos nuestra esencia, aquella que Dios sembró en nosotros cuando nos hizo humanos y no robots. Humanos, diferentes el uno del otro, viviendo en el mismo mundo pero no por ello enajenados. Dejemos la prisa, bajemos el ritmo y tomemos aire, veremos que sí hay tiempo para lo más difícil, porque después de todo, lo difícil produce lo que realmente conviene y el hacerlo, forma parte del propósito que Dios tiene para nuestra vida. Piensalo, Esto es Contigo, esto es para ti, y para todos  los que quieran hacerlo si disponen su corazón para vivir dentro de la conveniencia de la dificultad.

5 comentarios:

  1. Me encanta lo que acabas de escribir!!
    Sigue con toda esta pasion y alimenta tu esencia... que al fin y al cabo ... Esto es Contigo!!!
    Te amo

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  2. Pili,

    Me encanta tu documento, profesional y sin perder el piso de lo terreno y espiritual. Algo que yo siempre ando buscando como mama que trabaja.

    Gracias.

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    1. Gracias Lliana por tu comentario.Ojala muchas mamas como tu mantuvieran su corazon abierto a esa busqueda...el equilibrio es posible si el corazon esta dispuesto.Ojala sigamos en contacto por este medio.


      Pili

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  3. Pili, eres brillante, impactante, y Dios te usa cada dia para bendecir a los demas. Eres muy, pero muy especial, te adoro con mi alma!

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